“Deseo fervientemente que Esteban Paredes se quede, pero él y todos sabemos que hay parámetros y límites que no podemos pasar. Ahora depende exclusivamente de lo que decida él. Ojalá en esta negociación también primen los valores”, comentó ayer el presidente de Blanco y Negro, Carlos Tapia, en referencia a las negociaciones con el capitán por su renovación.
Con esto, le “pasó la pelota” a Visogol, quien alargó las conversaciones hasta el lunes, día en que se espera su respuesta definitiva.
Él mantiene su postura de querer quedarse, pero lo complica que la concesionaria no esté dispuesta a cancelar los US$ 700 mil que pide por su carta. El salario no es problema, sino que el déficit económico por las nefastas administraciones de la SA llevaron a una política de sólo conseguir préstamos para el segundo semestre.
Todo esto mientras desde Medio Oriente le ofrecieron US$ 2 millones por cada año de contrato más US$ 150 mil si consigue más de 15 goles y eso sin contar si se queda con el título de la Liga de Emiratos Árabes.
Es su futuro económico o su deseo. Al parecer, la dirigencia no se moverá de su último ofrecimiento y la última palabra la tiene el capitán.