El profundo amor de Carlos Caszely por Colo Colo: Firmó a ojos cerrados su regreso en 1978 desde España y su señora lo quería matar

No cabe duda de la grandeza que significa el nombre de Carlos Humberto Caszely para la historia de Colo Colo. El Rey del Metro Cuadrado es uno de los máximos ídolos del club y en dos etapas supo dejar al Cacique en lo más alto posible. Tal vez pocos lo sepan, pero Caszely se pegó una vuelta importante al club de sus amores en 1978 tras cumplir su quinto año en el fútbol español. Con apenas 28 años y mucho por dar todavía en el fútbol europeo, el Chino quiso volver a vestir la camiseta de Colo Colo para devolverle la gloria algo extraviada en esos años. Así lo dejó en claro siendo uno de los protagonistas de la nueva edición del libro “A Discreción, Viaje al corazón del futbol chileno bajo la dictadura militar”, de los periodistas Carlos González y Braian Quezada, quienes en una muy buena investigación sacan a luz oscuros pasajes del balompié nacional bajo el régimen de Augusto Pinochet. En entrevista para ese libro el Rey del Metro Cuadrado afirmó en torno a su regreso a Colo Colo que “nosotros estábamos en Barcelona y un día llaman a la casa. La Mari contestó el teléfono y me dice ‘te llama un señor Gustavo Palacios, dice que es chileno, que es dirigente de Colo Colo y que quiere hablar contigo. Le dije que nos juntáramos en el Hotel Sarriá, que estaba a unas cuatro cuadras. Nos fuimos caminando con la Mari y las dos niñas que teníamos en ese momento. Se presenta, me cuenta que es el vicepresidente y el presidente es Luis Alberto Simián”. “Me dice: ‘Colo Colo no gana nada desde el año ‘73, está muy mal, muy complicado, y esperemos que vayas’. Y le respondo: ‘¿Dónde hay que firmar?’. Mi señora casi me mató. Después tuve muy buena relación con Palacios y Simián”, agregó. Carlos Caszely es uno de los máximos ídolos de Colo Colo. | Foto: Guillermo Salazar. Caszely fue unas de las figuras contrarias al régimen más importantes desde el mundo del fútbol, teniendo siempre una opinión bastante clara en torno a la dictadura de Pinochet. “Si hubiese sido anónimo y no hubiese jugado, no estaría vivo, a lo mejor. No hubiese tenido la trascendencia que tuve, porque hasta el día de hoy tengo el respeto de verdad de la gente de izquierda, de la gente de derecha y de la del centro”, afirmó. Esta y más historias las puedes encontrar en el libro “A Discreción, Viaje al corazón del futbol chileno bajo la dictadura militar”, disponible en preventa enTrayecto y Buscalibre.

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