Agustín Orión: Respondió cuando lo buscaron con un par de buenas tapadas. Errático, eso sí, al tratar de forzar la salida por bajo.

Matías Zaldivia: Quedó corto en una jugada peligrosa de Sebastián Zúñiga, luego se comió un túnel y, tras lamentarse, arriesgó una fuerte falta cerca del área. No intentó tanto con el pelotazo profundo para romper líneas como lo venía haciendo.

Julio Barroso: Lógicamente iba a estar falto de fútbol tras casi un mes de ausencia sin mediar lesiones. Alternó buenas y malas. Por un lado, arregló una mala salida por bajo de Orión de buena manera y tuvo una salida correcta con balón dominado. Por otro, Mauro Quiroga se lo llevó con facilidad en la jugada que casi termina en autogol y a veces quedó fuera de foco en su posición.

Juan Manuel Insaurralde: No se siente cómodo como central por izquierda en línea de tres cayendo a la banda. Es donde más ripios ha exhibido, llámese los primeros minutos contra Bolívar en La Paz y este duelo ante Curicó. Cuando fue segundo central con Matías Zaldivia en línea de cuatro o líbero con tres atrás, ha rendido de manera correcta. De todas formas, fue el único central que se animó a romper líneas para intentar llegar al área contraria como una alternativa táctica para desordenar marcas rivales, pero si Tapia mantiene los tres atrás y decide que Barroso será su líbero, puede ser candidato a ir al banco.

Felipe Campos: Nicolás Gauna le cargó la mano fuerte en el primer tiempo y varias veces ganó. Quedó desorientado ante el retroceso de los dos punteros de Curicó, lo que no le permitió ni atacar ni quedarse a defender con decisión. Evitó un gol hecho en los descuentos al trabar a Gabriel Vargas.

Claudio Baeza: Sin hacer un mal partido, Serrucho no pudo encontrar ese buen tono que ha tenido cuando ha jugado como interior con un rombo en el medio, donde está más despreocupado de la marca y puede ser alternativa de juego en ofensiva de manera más constante.

Carlos Carmona: Bajo encuentro. Cometió faltas peligrosas y Blanco pasó constantemente de manera holgada por el mediocampo. Es sabido que arrastra un problema a la cadera, pero si eso no le permite actuar bien lo más sano es que pare y se trate.

Gabriel Suazo: Le pasó lo mismo que a Campos. No pudo ser agente ofensivo porque Diego Pezoa le trató de comer la espalda constantemente y estuvo muy errático a la hora de jugar el balón a un compañero.

Bryan Carvallo: Tuvo 10 primeros minutos interesantes pero se fue quedando. Perdió la pelota que casi termina en el autogol de Barroso y estuvo tremendamente errático. A favor tiene la falta de fútbol.

Iván Morales: Poco pudo hacer. Desasistido, intentó ir al choque pero nunca desniveló en el mano a mano.

Octavio Rivero: Coqueteó con la roja con una falta por la espalda y tiró un taco en una jugada que propició una contra peligrosa de Curicó. Trató de aguantar y de luchar y tuvo una interesante que terminó en la zurda desviada de Baeza, donde la aguantó para iniciar el ataque.

(45’ET) Esteban Paredes: Ingresó primero como enganche pero no gravitó. Cuando entró Valdés se pudo ir más a su hábitat. Igual se las arregló para tener la más clara de Colo Colo con un zurdazo interesante.

(59’) Jaime Valdés: Se cargó por la izquierda y por ahí creó la segunda jugada más peligrosa del Cacique después del zurdazo de Paredes, que fue la que desvió Baeza en el área. No gozó de gran precisión.

(80’) Brayan Véjar: No pudo hacer ninguna diferencia. Cambio puesto por puesto que no tuvo mayor peso.

DT Héctor Tapia: Obviamente el trabajo de un técnico no se va a ver después de dos prácticas. De todas formas, daba la sensación que a Colo Colo le estaba sobrando un central después de que Luis Marcoleta retrocediera un par de metros a Diego Pezoa y Nicolás Gauna, dejando “atrapados” a los laterales volantes y al Cacique sin referencias de marca en el fondo. Además, el Popular ha encontrado su mejor versión este año con el 4-3-1-2, y gran prueba son los duelos ante la UC y la U, salvo en el partido ante Audax en febrero, por lo que, quizás, lo recomendable era mantener esa forma. Y es sabido que le gusta salir jugando del fondo, clara muestra es su primer período en Colo Colo y Everton, donde siempre salía por bajo, pero a veces no se puede o no se tiene a los jugadores por eso y es mejor jugar en largo en vez de arriesgar de manera innecesaria. Al final, lo mejor fue el resultado y ahora hay un poco más de tiempo para preparar un partido clave como el duelo ante Delfín, donde los albos o ganan o se quedan fuera gracias a la muy mala campaña que se arrastra en el ámbito internacional con dos derrotas como local.