Álvaro Salazar: Tuvo una salida algo tibia en el primer gol, luego nadie lo ayudó y le dejaron solo a Gustavo Canales en el área y, por contrapartida, “mató” bien varias que le enviaron con las manos. Erró bastante al sacar pero si hay que buscar “responsables”, es lejos el que menos tiene que ver en esta crisis. Ha ido de frente ante la adversidad con mucha personalidad pese a sus años y todo esto le servirá para aprender.

José Pedro Fuenzalida: Muestra voluntad, tuvo un remate de zurda pero tiró todos los centros “a la que te criaste”. Además, le ganaron con muchísima facilidad la espalda.

Christian Vilches: Se lo comieron definitivamente los nervios y la mochila de la presión. Apenas sintió las pifias cuando tomaba el balón cometió dos errores gravísimos que pudieron costar goles. Fue reemplazado y le costará volver, porque pasa por un momento mental que poco ayuda a la crisis, más en su zona. En el primer gol no estaba por ninguna parte y trató de cerrar Fuenzalida ante la salida de Salazar. Y era su sector.

Luis Mena: Se ganó algunos aplausos, trató de arengar a sus compañeros, tuvo algunos buenos cruces, otras salidas muy a destiempo dejando espacios peligrosos atrás. Más ímpetu que otra cosa.

Nicolás Crovetto: Tremendamente impreciso, entregó muchos balones a los rivales y no fue factor en ofensiva.

Fabián Benítez: Quitaba y correteaba hasta que regaló una pelota saliendo, no volvió nadie y costó un gol. Gravísimo error para el momento que vive Colo Colo, donde en zonas delicadas se debe asegurar el pase.

Esteban Pavez: Juega bien, pero no logra dar una salida clara y termina chocando con Emiliano Vecchio. Tiene que meter pases filtrados, pelotazos largos con intención. No basta sólo con las ganas, que le sobran.

Gonzalo Fierro: Chocó permanentemente con Fuenzalida y no sacó ningún centro bueno.

Emiliano Vecchio: Pese a sus errores, fue el único que intentó jugar algo. Se creó algunas, pateó al arco, condujo pero no se le muestran, no le ofrecen alternativas de una pared, no le pican al espacio, no le marcan diagonales y así es difícil.

Mauro Olivi: Su displicencia desespera. Salvo un centro rasante que le ganó Sánchez a Pavez en área chica no hizo nada más. Sigue tremendamente irresoluto. Hasta volvió caminando de una posición offside mientras Vecchio miraba a quién pasarle el balón.

Nicolás Canales: No recibió ni media pelota limpia. Y los centros que le tiraron fueron a la cabeza de los centrales o a las manos del arquero. De todas formas, igual no participó mucho del juego.

(45″ET) Javier Toledo: Batalló, trató de hacer algo pero no gravitó.

(45″ET) Sebastián Toro: Ingresó más que por virtudes propias por el evidente estado de desesperación en el que había caído Vilches. La cosa no mejoró mucho. Igual llegaron, Gustavo Canales aparecía solo y no marcó una diferencia.

(64″) Jason Silva: Al menos intentó un par de pases filtrados y uno que otro desborde. Sin ser nada gravitante ni para destacar, al menos tuvo algo más de intención de terminar una jugada que Olivi.

DT Gustavo Benítez: Tenía que motivar al equipo que estaba golpeado tras la eliminación ante Deportivo Pasto y se terminaron viendo igual de mal o peor. Ninguna llegada con peligro salvo un par de remates, nada de juego asociado, ninguna jugada preparada, menos algo de orden táctico. Su equipo insiste en enviar centros “al bulto”, el 8 choca con el 10 y lo bueno que se vio en un momento, el trabajo que se reflejó en cancha con ciertos movimientos, desapareció presa del estado mental de muchos jugadores que no pueden simplemente con la presión. Mal en no dar la conferencia de prensa post derrota. Es el jefe del grupo de jugadores y debe dar la cara siempre.

Foto: Agencia UNO