Francisco Prieto: La figura. Tapó cuando parecía que se venía la noche, se vio seguro y no cometió errores. Sigue consolidándose.

Rafael Caroca: Partió como lateral derecho tratando de marcar la punta solamente y no lo hizo mal. Pero se vio mejor cuando pasó al mediocampo, a su puesto natural. De todas formas muchas veces se vio impreciso.

Leandro Delgado:
Corrió y metió bastante, aunque varias veces se la arrancó Felipe Flores.

Christian Vilches:
Correcto, aunque también presa de los nervios tuvo algunos problemas con Cristián Canío. Después tanto él como Delgado se afirmaron.

Pablo Contreras: Se ve tremendamente desacomodado por el perfil izquierdo independiente de que haya cubierto esa posición en la Selección alguna vez. Debe ir al otro lado y poner a Romo que maneja el perfil o probar con Delgado o Vilches por ese sector, porque él lleva siendo dos partidos seguidos el más bajo de la defensa cuando es todo lo contrario. Y no es casualidad.

Rodrigo Millar:
Siempre tendió a centralizarse y ocupó tres posiciones durante el mismo partido. Partió como volante por la derecha, pasó a ser enganche y cerró donde mejor lo hace cuando se compromete con las coberturas, como doble 6. Si realmente trabaja bien el ida y vuelta, ahí debería jugar. Pero si no, va a dejar espacios gigantes que pueden ser peligrosos.

Álvaro Ormeño: En lo suyo, fiereza. Marcó, pegó, repasó y abrazó al técnico cuando el partido terminó ya desde la banca.

Horacio Cardozo: Quita bastante aunque en la altura se le notó la falta de fútbol. El equipos se vio mejor con Caroca y Millar y un escalón más abajo con la dupla de Rafa y Ormeño.

Lucas Wilchez: Sigue bajísimo. Corre pero no trasciende, se manda pero no genera, llega al área y no la termina. Si sigue en ese nivel su puesto podría estar en entredicho. Tiene que prenderse.

Esteban Paredes:
Partido táctico del capitán. Es un jugador de fútbol muy inteligente para moverse y fue clave para destrabar el partido. Poco a poco retomará su nivel. Es inamovible además de ser un líder espiritual.

Carlos Muñoz:
Botó la bronca con el gol y tuvo uno de cabeza en un encuentro donde no se generaron muchas ocasiones. Que siga así y con Gutiérrez contracturado podría afirmarse en la titularidad.

(45″ET) José Pedro Fuenzalida:
Le dio algo de profundidad a la banda derecha y, por lo menos, preocupó a los que marcaban por su sector abriéndole espacios a los que aparecieron por el centro.

(64″) Mathías Vidangossy: Entró enchufado en el partido más difícil en años. Tuvo un par para desequilibrar y marcó el que cerró el resultado. Para considerarlo como un hombre suelto en la zona de volantes para que se mueva por todo el frente del ataque en el esquema 3-4-1-2 más Carlitos y el capitán.

(79″) Bruno Romo: Su misión era cerrar y lo hizo. Mató un par de balones en el área y no se complicó.

DT Ivo Basay: El Hueso utilizó hasta tres esquemas. Partió con un 4-4-2, cuando se soltaban en ataque, se centralizaba Millar y quedaban 4-3-1-2. En el segundo tiempo, pasó al 3-4-1-2 y terminó cambiando tres veces la dupla de volantes de contención. Partieron Cardozo y Ormeño, quedaron luego el canterano y Caroca y cerraron Rafa y Millar, la que mejor se vio. ¿Raya para la suma? Entendió que se tenía que ganar a palos, aunque fuera con cero orden táctico y con poco fútbol y se hizo. ¿Lecciones? Analizar el último doble 6, a Vidangossy de enganche pero suelto por el frente de ataque y, definitivamente, sacar a Contreras del perfil izquierdo. Fue valiente para sobrellevar la situación y el primer escollo lo sacó adelante. Ahora hay que apuntar a mejoras futbolísticas con algo de tranquilidad. Relativa, pero calma al fin y al cabo.