Francisco Prieto: Tuvo sólo un error, al momento de no achicar a Enzo Gutiérrez que igual no supo qué hacer promediando el primer tiempo. En los disparos de Lorenzetti y Marino tenía cubierto el arco de buena manera y no se vio más apremiado que eso. Remató todo con un show personal que quizás puede ser condenable por incitar a la violencia, pero, sin justificarlo, se entiende por todo lo que le ha tocado vivir desde su último clásico. Se le extrañará durante la suspensión que, esperamos, no sea tan severa.

Álvaro Ormeño: Bajo partido del lateral. Estaba siendo sobrepasado por Eugenio Mena y se debió ir expulsado por un golpe irresponsable a Sebastián Ubilla. Sin contar que era penal. Antes había empujado a Enzo Gutiérrez en el área. El cambio estaba cantado en el entretiempo y si es que no antes. Puede perder la pulseada de acá en más con José Pedro Fuenzalida.

Christian Vilches: Sólido, reventó sin asco cuando debió hacerlo, anticipó, ganó por aire y tuvo un golazo pero le salió muy al medio.

Luis Mena: Una de las figuras de la cancha, si es que no el más destacado. Anticipó a medio mundo, arengó cuando los nervios acechaban, sacó siempre al equipo del fondo y no perdió un solo mano a mano. Jugador hecho para estas instancias el capitán.

Juan Guillermo Domínguez:
Tenía que poner “algo más” porque venía sin fútbol y se le notó. Y lo puso. Carachito metió garra, corazón en cada pelota, sin miedo pese al primer desgarro de su carrera. Cerró un par de veces de manera excepcional y, además, es él el que le quita el balón a Aránguiz en el gol de Muñoz. Su pase debe quedar, definitivamente, en el Monumental.

Gonzalo Fierro: Marcó presencia, se trató de asociar con Ormeño pero se entendió mejor con Fuenzalida. Fue reemplazado para buscar más juego asociado con Olivi. Dentro de todo, cumplió.

Fernando De La Fuente: En el primer tiempo, durante un rato le ganaron la espalda pero cuando se afirmó se aburrió de quitar balones y de entregar con claridad. Al igual que Domínguez, se le debe comprar el pase.

Rodrigo Millar: Buen partido del Chino. Quizás no profundizó tanto pero sí ayudó mucho a De La Fuente en la recuperación, sobre todo en el segundo tiempo. Con el balón en los pies siempre fue criterioso.

Mathías Vidangossy:
Cumplió un buen primer tiempo, siendo de lo mejor de Colo Colo en una opaca primera fracción. Se mostró, condujo, remató al arco en un par de ocasiones con peligro y se mostró. Luego se diluyó un tanto y no fue factor mayor.

Carlos Muñoz:
Se graduó de jugador de clásico. Ya le anotó a la UC en una jugada creada por él y hoy sacó un bombazo que recordó a grandes cracks como, por tomar un ejemplo reciente, Esteban Paredes. Antes tuvo dos cantados. Sigue prendido y que no pare.

Felipe Flores:
Por ganas no se quedó pero gran factor no fue en generar ocasiones. Sí intentó trasladando el balón, girando y combinando con sus compañeros. Salió para dejar espacio a Rafa Caroca que cerró el partido.

(45″ET) José Pedro Fuenzalida:
Mayor trabajo no tenía porque ya no estaba Eugenio Mena así que se mandó en ataque y ahí combinó bien con Gonzalo Fierro. Donde falló fue en el finiquito, donde pudo pegarle al arco en más de una ocasión pero buscó otra jugada. De todas formas es, quizás, el suplente que más cerca está de tomar una camiseta de titular si Ormeño repite un partido como el de hoy.

(60″) Mauro Olivi:
Lo había pasado mal en otros clásicos pero hoy fue factor. Tuvo una volea sensacional que sacó el golero rival y habilitó de gran manera y con buena visión a Carlos Muñoz para el tanto que marcaría el desequilibrio.

(81″) Rafael Caroca:
Entró para cerrar el partido, se ganó amarilla y más no se vio. Al menos el espíritu fue asegurar el encuentro.

DT Omar Labruna: En el primer tiempo el equipo se le partió, pero supo leer el partido de manera perfecta. Ormeño debía salir y salió, más cuando ya no estaba Eugenio Mena y se podía hacer daño por ahí. Luego intentó centralizar el juego un poco con Olivi y también le resultó, ya que el Pampa tuvo un gol y se la puso en el pecho a Muñoz. Tras el tanto, no comió vidrio, soltó a Millar, envió al bahiense en punta, sacó a Flores y reforzó el medio con Rafa Caroca. Su trabajo se ha visto reflejado con triunfos en fase regular ante las dos universidades, cosa que no pasaba en esta instancia desde el Clausura 2006. Tomó un equipo diezmado en todo sentido, pudo parchar con algunos préstamos (la mayoría acertado) y lo tiene tercero, a dos del líder y con dos clásicos en el bolsillo. Lo que venga, bienvenido. Y el futuro es auspicioso cuando pueda moldear con tiempo el plantel.