Ignacio González: En su primera intervención quedó corto al salir a un centro y terminó en gol. Tampoco estuvo bien cuando Juan Gutiérrez pudo poner el tercero y le mandó el pelotazo a Bruno Romo, debió salir a achicarle el ángulo al menos. A su favor, un buen achique cuando Colo Colo estaba regalado, pero se nota algo inseguro y prefiere sacar pelotas que podría apañar.

José Pedro Fuenzalida: Su nivel ha ido en alza y está en perfecto estado físico. Buen agente ofensivo aunque se está sintiendo con tanta confianza que a veces no ve a los compañeros que vienen mejor posicionados. ¿Lo malo? Se debió ir expulsado por golpear y pisar a un rival. Para su suerte no lo vieron, sino Colo Colo terminaba con 9 porque ya no estaba De La Fuente.

Leandro Delgado: Rarísimo lo suyo. Estuvo pésimo marcando en bloque defensivo, se movió mal, no hizo las coberturas, salió a cubrir un lateral dejando un forado que permitió el segundo de Barnechea y cuando Colo Colo ya estaba regalado, no perdió prácticamente ningún mano a mano. Pero ya era tarde, su labro es funcionar en grupo con los laterales y su acompañante y no se encontraron nunca. Está lejos del defensa que despuntó en Unión Española.

Bruno Romo: Tiene entrega pero le falta velocidad y mejor ubicación. Valiente y corajudo para chocar con los rivales pero con su altura no le deberían ganar tan fácil a Colo Colo por alto. Quizás lo afectó el venir saliendo de un desgarro.

Manuel Bravo: Excelente primer tiempo, con mucho ida y vuelta, haciendo daño por su banda en ataque pero se fue quedando, se puso errático y fue reemplazado. Definitivamente, para Labruna no es el reemplazante de Carachito Domínguez como lateral izquierdo. Nuevamente envió al Chapa en su posición.

Gonzalo Fierro:
Comenzó imponiendo jinetas y ritmo, asociándose bien. Luego se perdió y se le “salió la cadena”. No recibió roja de milagro. Tiene que estar tranquilo porque en el clásico es seguro que lo van a salir a buscar.

Fernando De La Fuente: Extraordinarios primeros 15 minutos, luego fue equilibrado pero le ganaron la espalda en el segundo tiempo. Una tontera su expulsión, no puede regalarse así.

Rodrigo Millar:
Funcionó a toda orquesta hasta el primer gol de Barnechea. Luego trató de salir y lo hizo bien pero se fue enredando en la confusión de todo el equipo.

Facundo Coria:
Estaba cumpliendo una de sus mejores actuaciones hasta el segundo de Barnechea. Había sido criterioso, combinó bien con De La Fuente, Millar y Fierro pero luego se bloqueó y no terminó ninguna bien durante los últimos 20 minutos del primer tiempo. Hasta ahí llegó su cometido, fue reemplazado.

Carlos Muñoz: Bajo partido. Es el goleador del Apertura y ante un rival así debería florearse. A su favor se puede decir que no le llegaron balones con ventaja, pero tampoco a Felipe Flores y éste se las rebuscó.

Mauro Olivi: Nunca fue factor, pese a que trató de combinar con un bloque ofensivo de gran pie. Pese a eso, insistió, luchó, le cometieron un penal que no cobraron, otro discutible e intentó siempre incomodar.

(45″ET) Felipe Flores: Demostró que si está enfocado, será difícil que salga del 11 estelar. Cuando había confusión, generó peligro, tuvo un par de goles donde la suerte y la fineza no estuvieron de su lado e inventó la jugada que terminó en penal con mucha viveza. Bien.

(53″) Matías Gutiérrez:
Entró con el partido gastado y con Colo Colo regalado atrás. Le cuesta volver a posiciones de marca, pero es inteligente cuando pasa a ofensiva. Insistimos en que lo más interesante de él, al igual que en el caso de Manuel Bravo, se puede ver cuando Labruna pase a tres en el fondo y dos abiertos en el mediocampo. Si es que lo hace algún día el DT.

(79″) Luca Pontigo: Ingresó en un momento en el que tenía que apelar sólo a que le quedara alguna y a su instinto goleador, porque a 10 del final no había nada de juego asociado. Lamentablemente, no tuvo ninguna chance para intentarlo.

DT Omar Labruna: De la mitad para arriba, perfecto. Si salían uno, dos o hasta tres goles en los primeros 10 minutos nadie podría haber dicho nada. Sin embargo, los movimientos defensivos no funcionaron, cayeron dos goles y eso llevó a correr mal la cancha, a desesperarse e incluso hasta caer en el juego brusco, descontrolado. No debe haber quedado tranquilo el adiestrador y tiene una semana para apretar tuercas. Es su momento para demostrar, porque se viene el partido más importante de la fase regular.