Renny Vega: Tuvo un aviso de Cuellar al travesaño y luego salió mal en el enredo con Pablo Contreras que terminó con gol. Mucha responsabilidad suya en ese tanto.

Leandro Delgado: Cuando el equipo está bien se muestra sólido, resuelve bien, marca bien. Pero apenas se complican las cosas es vivo reflejo del poco manejo sicológico que tiene este equipo. Comienza a errar en los pases y pierde la solvencia.

Christian Vilches: Estuvo atento y certero, no pasó mayores zozobras pero quedó muy mal parado en el primer gol. Tanto que Cuellar se le metió por la espalda y terminaría finiquitando. Le falta empujar un poco más al equipo desde el fondo, una función que debe hacer como líbero.

Pablo Contreras:
Sólido en la marca, bien en la entrega y hasta se mandó en ataque en un par de ocasiones. Nada que reprocharle salvo que estuvo ahí en el segundo gol en contra, que fue un infortunio tremendo.

Álvaro Ormeño: Estaba bien pese a que no ofrecía mayor descarga en ataque por el sector derecho hasta que cometió un error grave que terminó en gol. En el segundo tuvo uno arranque con más ganas, trató de fusilar al primer palo y salió reemplazado y frustrado.

Rafael Caroca: Bien abajo, correcto quitando, fiero en la marca pero le cuesta un tanto cuando tiene que distribuir o definir. Llegó al área rival y no supo qué hacer, se complicó y luego metió un cambio de frente muy pasado. Lo suyo es el destruir pero debe pulir un poco la fineza en la entrega.

Rodrigo Millar:
Si jugara un par de marchas más arriba cambiaría todo. Pisa las dos áreas, tiene técnica pero ralentiza todo el juego. Cuando él encabeza las contras el equipo rival se arma y ya no hay sorpresa. Hace rato que viene sin esa chispa.

Manuel Bravo: Algo predecible en el enganche para sacar la zurda y no se mostró tan incisivo como en otras oportunidades. Tiene que trabajar más las diagonales y marcarle más el pase al vacío al volante de creación. También debe jugar a un toque, combinar y picar. Es joven y tiene condiciones.

Mathías Vidangossy: Correcto al encarar, al sacarse rivales, probó y las más claras nacieron de sus pies, notándose que se ve mejor cuando está libre por el medio. Quizás le faltó una cuota más alta de pases al vacío pero intentó, siendo el más interesante del bloque ofensivo.

Roberto Gutiérrez: El nuevo blanco de las críticas de la parcialidad, por donde ya pasaron Daúd Gazale, Rodrigo Millar y varios otros. El tema es que hace mucho, pese a que tiene condiciones y una oportunidad valiosísima de mostrarse ante la suspensión de Mauro Olivi, no gravita en lo absoluto. No puede esconderla, no genera, no dispara al arco, no pica al vacío. Sólo se limita a recibir y caer ante la más mínima marca. Si sigue así va a perder el puesto luego, sobre todo porque el Pampa para Labruna será prioridad y no ha dado muestras para pensar lo contrario.

Carlos Muñoz: Lleva un gol por partido y ésa es su labor. Ahí ha estado bien. No obstante, hoy estuvo deficiente en la creación de espacios para sus compañeros y en la generación de jugadas que le permitieran quedar con balón dominado frente al arco, pese a que trató de disparar de todos lados. A su favor, no recibió muchos balones con ventaja.

(60″) Felipe Flores: Entró con muchas ganas y eso lo traicionó. Metió la mano cuando pudo intentar algo más tras centro de Bravo, se notó ansioso en el mano a mano con Medrán pero pese a eso, no hizo menos que Gutiérrez. Y venía sin ritmo y saliendo de pretemporada.

(60″) José Pedro Fuenzalida: Siempre es más incisivo cuando entra con el partido “gastado”. Su rapidez la hace notar y preocupó en algunas ocasiones.

(75″) Francisco Lara: No entró mucho en juego y en una posición en la cual cumple y ha jugado en inferiores, pero que no es su fuerte. Lo suyo es más por el centro pero ante el correcto partido de Vidangossy, Labruna optó porque hiciera el relevo de Bravo. No fue un estreno ideal pero es bueno que comience a sumar minutos en el profesionalismo.

DT Omar Labruna:
Se notó en algo su mano en los primeros minutos pero sólo hasta la entrada del área, después faltó claridad y profundidad. Seguramente está esperando ansioso al enganche ya definido y no sólo tendrá harto que hacer en lo futbolístico, sino que, junto a Jorge Fleitas, en lo sicológico. No pudieron levantar ese aspecto desde la era de Diego Cagna ni Américo Gallego, ni Ivo Basay, ni Luis Pérez. A trabajar.