Ignacio González: Sigue dando muestras de que le falta soltarse. En la Sub 18 destacó por su plasticidad y hoy parece más pesado. No salió a cortar ningún centro que cayó en área chica pero ganó un mano a mano que pudo ser el segundo y la lápida. Se terminó perdiendo, aunque él dejó viva la opción por otros 15 minutos en ese momento.

Matías Gutiérrez:
Cuando se descuelga es muy criterioso. Buen centro, buena técnica, siempre con intención. Sin embargo, le cuesta volver. Él perdió el balón en el gol de Hugo Lusardi y no retomó rápidamente su posición. Además, nadie lo relevó. Sería interesante verlo un día con menos labor de marca.

Leandro Delgado: Algunas buenas, otras no tanto. Poco para un hombre de su experiencia en un partido así, donde debería ser un caudillo y mostrarse como una real alternativa a Vilches y/o Mena. Sigue lejos del hombre que despuntó en Unión Española.

Hardy Cavero:
Algo tenso, dubitativo, pero normal para sus primeros partidos en el profesionalismo. Se nota que tiene mucha técnica y una vez que se suelte, puede explotar como un gran referente. Debe sacar la personalidad porque potencial tiene.

Manuel Bravo: Bajo primer tiempo, buen complemento. Se atrevió, pasó más y con Felipe Flores fueron los principales agentes ofensivos en los segundos 45. Metió cuatro centros preciosos que no aprovecharon los delanteros. Cuando no tiene que preocuparse tanto de la marca explota sus condiciones. Puede ser un relevo de Mathías Vidangossy más que de Juan Guillermo Domínguez, no por características, pero sí por posición en el campo de juego, aunque el mundialista Sub 20 juega suelto.

Rafael Caroca: Voluntarioso, batallador como siempre. Hizo un relevo extraordinario cuando Hardy Cavero había quedado en el camino y se dedicó a destruir él en vez de Horacio Cardozo. Hoy está por detrás de Fernando De La Fuente y Rodrigo Millar, pero es el llamado a cerrar los partidos cuando así se requiera.

Horacio Cardozo:
Tenía una gran opción y no la aprovechó, aunque no es menos cierto que no jugaba hace muchos meses. A destiempo en la marca y más por voluntad que otra cosa se mandó en ataque en un par de ocasiones casi como un 8, siendo que no es su fuerte en lo absoluto. Difícilmente aparecerá de nuevo. O a lo mejor lo hará ante San Felipe el otro jueves tomando en cuenta que se cuidará a varios para el clásico.

Jean Paul Pineda: Perdido en la zona de volantes, jamás condujo el balón, impreciso para triangular y conectarse con sus compañeros. Salió con cara de fastidio y no es para menos, no hizo buen partido.

Facundo Coria:
Bajo lo suyo. Se supone que debe ser relevo de Rodrigo Millar pero no ha mostrado suficiente, y ya ha jugado varios encuentros como para encontrar ritmo. Debe ponerse a tono ya si no es difícil que sea considerado como una alternativa real. Técnica tiene, pero necesita ser regular y asistir a sus compañeros, que es su tarea y hoy no la cumplió.

Felipe Flores: No encontró opciones en la primera etapa pero en el segundo tiempo se notó por qué es titular. Trató, metió por izquierda, intentó, sacó un par de centros y se transformó en el principal generador de peligro.

Roberto Gutiérrez:
Ni suerte le está quedando. No estuvo bien en el juego pero cuando definió bien, o se encontró con una reacción portentosa de José Quezada o se la sacaron de la línea. Hoy está con una nube encima.

(62″) José Pedro Fuenzalida:
Otro, junto a Rafael Caroca y Mauro Olivi, que ha demostrado en Copa Chile que puede ser un buen relevo para los titulares. Entró y el equipo encontró profundidad, pese a que estuvo poco fino. Además siempre exhibe buen físico para romper defensas.

(62″) Luca Pontigo:
Venía sin ritmo por un desgarro y le costó entrar en el partido. Como sea, hay que verlo en un partido más abastecido, con pelotas claras y con ventaja. Debe sumar más minutos.

DT Omar Labruna: Se pudo haber demorado un poco con los cambios por tratar de respaldar a los que entraron jugando. Colo Colo recién se encontró cuando ingresaron Pontigo y Fuenzalida. Ahí aparecieron las llegadas y algo del equipo que ha venido mostrándose en el Clausura. Se extrañó además un volante mixto, un 8, uno que pusiera balones con precisión ante el mal partido de Coria como lo venía haciendo Baeza. Quizás pudo ser Carlos Sepúlveda. El tema es que debe haber sacado varias lecciones y tiene que tener claro quiénes le pueden servir para relevar a los indiscutidos 11 titulares, que hoy están más claros que nunca.