Agustín Orión: Casi no tuvo trabajo. En el gol nada que hacer y poco más, casi no lo buscaron salvo para salir jugando.

Felipe Campos: Tuvo un buen cruce abajo en el arranque del partido. De ahí en más, no subió mucho y tampoco sufrió tanto por su banda.

Matías Zaldivia: Tranquilo dentro de todo, sin mayores presiones y respondiendo cuando fue requerido.

Juan Manuel Insaurralde: Más allá del gol, quizás fue de lo mejorcito de Colo Colo. Si bien lo durmió Albert Acevedo en el tanto de O’Higgins, taponeó constantemente la subida por su costado y no se complicó al salir.

Gabriel Suazo: Con ripios, errores y aciertos, al menos es un futbolista que deja la sensación que siempre entrega lo máximo que tiene en la cancha y eso, dentro de la pobreza que exhibe Colo Colo, se agradece. Tuvo un par de descuelgues y un cabezazo muy débil. No fue factor, pero al menos cumple con el trabajo.

Jaime Valdés: Poco. Lo mejor de él en esta temporada ha quedado demostrado que es con el partido ya gastado, entrando del banco en el segundo tiempo o por media hora. Ahí todavía puede desnivelar. Pero jugando los 90’ no ha podido estar a tono.

Esteban Pavez: Otro que no pasa por su mejor momento. Muy débil en la marca de Juan Fuentes en el gol. Bien con un remate de media distancia en los primeros minutos.

Iván Morales: Jugó por su perfil, pero no se vio cómodo teniendo que volantear en muchas ocasiones. A diferencia del partido con Antofagasta, donde desarrolló su juego en el último cuarto de cancha, ahora tuvo que colaborar más en el retroceso y no pudo gravitar. Como ha venido siendo tónica, lo sacaron apenas cumplió los minutos de Sub 20 que necesita Colo Colo por partido. Así difícil que tenga confianza.

Jorge Valdivia: Anda apagado el Mago. Y como Colo Colo deja cada vez más claro que depende de las individualidades, se siente. La mejor que tuvo fue la única de peligro en el segundo tiempo, donde robó en la salida de O’Higgins, habilitó a Barrios y éste se la regaló a Pinto.

César Pinares: Partió con buena presión por su lado, intentó pero, como viene siendo tónica, no logró ser desequilibrante en ninguna faceta.

Lucas Barrios: En el partido ante Corinthians en Brasil dejó la impresión de que estaba bien, pero pasados los partidos se le sigue notando falto de “sintonía fina”, peleado con el arco y hasta torpe por momentos. Muy poco desequilibrio y cuando tiene opciones, está fallando de manera increíble como en ese mano a mano que le tiró a las manos a Miguel Pinto. La buena que tuvo fue un remate de afuera que ocasionó el córner de donde llegó el gol. Escaso.

(58’) Esteban Paredes: Entró poco en juego. Trató de engancharse pero no pudo con un circuito totalmente cortado.

(69’) Gonzalo Fierro: Pudo ser expulsado tranquilamente. Tuvo una entrada que si le ponían roja directa no pasaba nada y otra más donde alegó que fue sin querer. Un centro que no capturó nadie en el área y nada más.

(85’) Damián Pérez: Inentendible su ingreso. Puesto por puesto en lateral izquierdo cuando Colo Colo tenía que ir a buscar el partido y quedaban cinco minutos, pero esa no es su responsabilidad. Alcanzó a tener un desborde donde reclamó penal y se ganó amarilla.

DT Héctor Tapia: Sentó a medio equipo titular; razones más, razones menos; en la banca buscando “el” que pareciera ser el esquema táctico que le acomoda, que es el 4-2-1-3. A su favor, Colo Colo mostró algunas cosas interesantes (raspando la olla) durante los primeros 15 o 20 minutos, con una correcta intensidad, llegando por banda y provocando algunas intervenciones de Miguel Pinto. Pero hasta ahí nomás llegó. En la primera que tuvo el rival, como viene siendo tónica, pasó por caja. Y eso ya no es coincidencia y sólo apunta a acrecentar la sensación de que Colo Colo depende, primero, de sus individualidades y, segundo, de lo que quiera hacer el rival. Cuando Unión Española quiso salir a jugar un poco hace dos semanas, encontró un gol de inmediato, sin ir más lejos. En el segundo tiempo careció de respuestas. Sacó al juvenil de manera rigurosa cuando cumplió los minutos que necesitaba, demostrando que son un “cacho” para él y que no los tiene integrados al engranaje del primer equipo y el resto fueron dos puesto por puesto, con Gonzalo Fierro entrando de interior por César Pinares y Damián Pérez por Gabriel Suazo a cinco del final. Un lateral izquierdo por otro lateral izquierdo. Inentendible.