Justo Villar: Como siempre, respondió con solvencia durante todo el partido salvo en la última pelota. Débil para su calidad ante el tiro de Alejandro Fiorina.

Damián Malrechauffe: Comenzó algo flojo, le ganaron un par de veces la espalda, se afirmó, comenzó a anticipar y ordenar hasta que regaló la marca en el tanto de Boris Aravena que significó el 3-3. Al debe, pero a su favor corre que le falta ritmo.

Christian Vilches: Por arriba estuvo bien pero se cargó mucho a la izquierda en el 1-1 de Cris Martínez. El paraguayo cabeceó sólo por el centro donde él, como líbero, debió estar.

Lucas Domínguez: Tremendamente pasivo para atacar el balón en el cambio de frente que le quedó a Alejandro Fiorina en el 4-3. Ese claro yerro marca su actuación.

José Pedro Fuenzalida: Correcto partido del Chapa. Cerró bien, se sintió cómodo arrancando un par de metros más adelante, anotó un buen gol y tuvo otro par.

Esteban Pavez: Le complica esa indefinición entre si es un volante de contención neto o un 8. A veces la imprecisión y la no generación de fútbol cuando se manda en ataque provoca un forado que, a su vez, obliga a los centrales a cubrir y se comienzan a provocar errores.

Fabián Benítez: Marca cierto punto de equilibrio. Correcto en la presión aunque debe ser más determinante en comenzar el juego ofensivo.

Jason Silva: Bajo partido. Remates tibios, no llegó a cubrir a Pacheco cuando se la bajó a Cris Martínez para el primero. No defendió ni atacó con claridad.

Emiliano Vecchio: El mejor de Colo Colo otra vez. Convirtió un golazo, generó espacios, buscó, trató de desequilibrar, anotó otro de penal y tuvo otro par de opciones. Además, dejó más de una vez a sus compañeros solos.

Felipe Flores: Una vez más se perdió innumerables oportunidades de gol. Y volvieron a costar carísimo.

Nicolás Canales: Si bien marró un gol cantado, cumplió mejor la labor de pivotear y de generar espacios para la pasada de José Pedro Fuenzalida.

(69″) Mauro Olivi: Casi no tocó el balón en poco más de 20 minutos. Sólo entró a armar escándalo por el codazo que le dieron. Está bien, se entienden las pulsaciones, la frustración y todo eso, pero ya basta de caer en irresponsabilidades. Sabe que no puede tocar al árbitro. No es primera vez que lo hace. Además, es impresentable que tome por el cuello a José Pedro Fuenzalida que no sólo es un compañero, sino el capitán en este partido. Reflejo de que no hay jerarquías en el camarín.

(78″) Claudio Baeza: Hace rato que no puede demostrar esa calidad que lo caracteriza, con pelotazos certeros desde el centro, remates de media distancia y habilitaciones. La única vez que lo hizo este semestre fue cuando habilitó a Felipe Flores para el cuarto ante Iquique.

(78″) Juan Delgado: Habilidoso pero muy liviano, no logró aguantar ningún balón.

DT Gustavo Benítez: Casi como medida desesperada envió tres en el fondo que casi le resultan con una victoria. Pero otra vez la falta de convicción permitió que el rival diera vuelta el resultado en dos minutos. Si bien el partido quizás mandaba que se debía cerrar, no lo hizo de manera correcta con los cambios. Olivi entró a nada por uno que podía seguir aguantando, Delgado muy liviano por un Flores que debió salir antes y el equipo muy atrás y sin tener el balón de manera segura. Se nota que no logra llegar con su mensaje a sus pupilos y debe estar frustrado por eso. Se vienen horas largas para él.

Foto: Agencia UNO