Agustín Orión: Prácticamente no le llegaron, pero cuando tuvo que responder lo hizo con la tranquilidad habitual. Por bajo no se complicó, una la sacó del estado ante la presión inicial de Bolívar y la otra la mandó en un pase largo al centro.
Gonzalo Fierro: Ha tenido un más que correcto regreso, pese al tiempo de inactividad. Si bien partió algo complicado, con una mala jugada al medio y algunos arranques de Juan Miguel Callejón, se afirmó, estuvo notable en el toque al centro de primera para el primer tanto de Paredes y cubrió bien su espalda.
Matías Zaldivia: Si bien tuvo varias imprecisiones a la hora de salir jugando por bajo, demostró muy buena marca y buen anticipo, que es su labor principal. Tuvo una lujosa salida en el segundo tiempo que se ganó los aplausos. Sólido.
Juan Manuel Insaurralde: Salvo el infortunio de una caída en el segundo tiempo, el Chaco se vio bien por alto y por bajo. Con Zaldivia se han entendido a la perfección en línea de cuatro y buena parte de los dos goles solamente que ha recibido Colo Colo desde que asumió Héctor Tapia se deben a su buen complemento.
Óscar Opazo: Si bien no tiene el brillo que demostró por derecha, el Torta se mostró aplicado en la marca, lo que fue su primera labor. Marcos Riquelme, además, se le cargó mucho por ese lado y tuvo más de algún encontrón. En el segundo tiempo intentó pasar algo más.
Carlos Carmona: Le hacía falta un partido, al menos, correcto. Al principio se complicó un tanto con Juan Carlos Arce, donde bien se pudo ganar amarilla temprano, pero luego se afirmó, cubrió bien el medio y participó en los dos goles, primero con un pelotazo preciso a Fierro y luego con otro que peleó Paredes y terminó en el 2-0.
Claudio Baeza: Completo partido y, por lo mismo, será sensible baja en Medellín. Corrió, distribuyó, marcó, estuvo en las dos áreas por momentos. Gran madurez táctica.
Nicolás Maturana: Bien. Voluntarioso, jugando siempre con el compañero y hasta apoyó bien en labores defensivas, como cuando quitó un balón en campo propio con una barrida. Se entendió bien con Fierro y hasta pudo marcar un golazo. Si sigue en ese ritmo, Colo Colo bien podría ganar un “refuerzo” con él para el segundo semestre.
Jorge Valdivia: Si bien no tuvo las luces de los partidos ante Delfín y Everton, el Mago se las arregló para conducir el balón a campo contrario en momentos donde Bolívar más presionaba. Abrió bien para los costados y distribuyó de manera correcta el juego.
Jaime Valdés: Se vio activo, participativo en las jugadas donde Colo Colo tuvo que rotar para encontrar el espacio y al moverse para el centro del campo ayudó para neutralizar la presión que ejercía Bolívar en el arranque del compromiso.
Esteban Paredes: ¿Qué más se puede decir? Es un manual andante de cómo debe jugar un 9. Oportunista y rápido para pensar y actuar en el primer gol y brillante sin el balón para, con un leve movimiento, dejar totalmente fuera de foco a Pablo Pedraza, sin foulearlo, y anotar el segundo. Leyenda.
(61’) Octavio Rivero: Le tocó entrar en zona de volantes por largos pasajes y hasta moverse por todo ese frente. Aportó sacrificio, pero no se le vio del todo cómodo.
(79’) Brayan Véjar: No tuvo la precisión de otras veces que ha ingresado. No consiguió desnivelar en el mano a mano ni filtrar balones como lo había hecho antes. Tendrá linda pelea con Nicolás Maturana, quien tiene la ventaja por ahora, tras la lesión de César Pinares.
(90’+1) Gabriel Suazo: Entró para quemar algunos minutos y terminar de cerrar el partido. Puede que sea el relevo natural de Claudio Baeza en Medellín.
DT Héctor Tapia: El hecho concreto es uno sólo y es que recibió el equipo con un punto en tres partidos y colgando de un hilo, se puso la mochila y ganó seis unidades en dos encuentros. Ahora Colo Colo depende de sí mismo para clasificar y si bien la tarea es complicada en Medellín ante Atlético Nacional, ha estado más que a la altura en el concierto internacional, el gran “pero” del Cacique este año y que le terminó desatando la crisis sin retorno a Pablo Guede. En el partido se vio sorprendido en principio con el 4-1-4-1 y la presión alta de Bolívar, pero lo contrarrestó bien, centralizó un poco a Jaime Valdés, lo planteó bien y reaccionó de manera correcta en momentos concretos del compromiso. Ojalá pueda coronar este buen andar con una clasificación que tendría tintes de hazaña por cómo recibió al equipo.
Foto: Guille Salazar