Actualmente Luis Mena se desempeña como entrenador de la categoría sub 17 de Colo Colo. Sin embargo, muchos hinchas postulan al Multicampeón para que se haga cargo del primer equipo en un futuro, algo que sin duda, le seduce.

En conversación con DaleAlbo, el ex defensa reconoció que sueña con emular lo hecho por otros referentes que fueron campeones con el Cacique como jugador y técnico.

“Siempre lo he dicho, estoy muy feliz en el fútbol formativo. Siento que uno tiene que ir quemando etapadas, aprendiendo, capacitandose, antes de llegar a dirigir al primer equipo, tenemos que ir preparándonos. Sería un bonito paso llegar, siendo uno del club, habiendo vivido tantas etapas en mi formación”, dijo.

Agregó que “el mayor orgullo que pueden tener Jaime Pizarro, Héctor Tapia o Barti, es haber entrenado en el cluby después ser campeonescomo jugador ytécnico. Quiero ir conformando ese camino para llegar a lograr lo que hicieron ellos”.

Para el Cacique Rubio, todos sus entrenadores le dejaron lecciones. “Tuve técnicos muy lindos, Jaime Pizarro, con el Pillo Vera y Ariel Palena. Gustavo Benítez con Gualberto Jara oHugo Tocalli que a uno le fue dejando cosas interesantes”.Aunque quiso destacar a uno en particular.

“Siempre lo he dicho, todos fueron muy buenos, hay algunos que quizás te dejaron menos. Pero destaco la labor que se hizo el cuerpo técnico encabezado por el Bichi Borghi, donde estuvo Nano (Hernán) Torres, el cabezón (Cristián) Saavedra. Más allá de los entrenamientos, hay tendencias, miles de libritos. Claudio tiene muy claro, como jugar. quedábamos dos defendiendo, y no teníamos problemas”, elogió el Multicampeón.

Luis Mena celebrando un golazo en la final del Clausura 2006 (Foto: archivo)

Luis Mena celebrando un golazo en la final del Clausura 2006 (Foto: archivo)

Resaltó como Claudio Borghi supo manejar un camarín con muchas personalidades e insertando muchos jóvenes en ese grupo. “Era difícil, era un grupo de mucho carácter, él supo manejarlo de muy buena forma. Era cercano al jugador, preocupado de lo que pasaba en el día. Fue dando tiraje a la chimenea. A los más grandes siempre nos pidió la opinión. De repente si venía un juvenil, decía muchachos cuídenlo a él, que hay que darle confianza, no sé si en otros procesos viví esa una mancomunión tan linda”, concluyó.