En el partido ante el archirrival, Ezequiel Miralles increpó a un pasapelotas por no entregarle el balón. Acto seguido, le propinó una patada en el trasero y todo esto le podría costar caro al bahiense.
Y es que el Tribunal de Disciplina lo citó a declarar y podría actuar de oficio, suspendiéndolo por un número de partidos a definir.
Jaime Bravo hizo lo mismo en 2010 en San Felipe y recibió cuatro fechas, por lo que si se procede de igual manera, Miralles quedaría fuera ante Iquique, Ñublense y los dos primeros partidos de playoffs de acceder. Con O”Higgins puede estar dado que debe declarar el martes próximo.