Al momento de salir al campo de juego presentados uno por uno, se veía a Francisco Prieto e Ignacio González de amarillo mientras que Raúl Olivares y Álvaro Salazar vestían de negro. Quizás una señal en el reordenamiento del arco colocolino tras los errores del Araña en Temuco.

Y promediando el segundo tiempo, el Nacho ingresó por el antofagastino y comenzó a “soltar los dedos”. Tuvo una salida en falso pero lo suplió con una buena respuesta ante un ataque de Paolo Hurtado y con un centro rasante cortado abajo con bastante seguridad.

El canterano, en zona mixta, se limitó a agradecer la oportunidad, a decir lo cómodo que se sintió y a expresar que “me sirven muchos estos minutos”. Los mismos que espera seguir cosechando pero en partidos oficiales.