Para Jaime Vera su gran amor en el fútbol es Colo Colo. Estuvo desde niño en el Cacique hasta que en 1987 partió a Grecia. Luego, como formador y asistente técnico, regresó hasta que arrancó su carrera como DT titular en Puerto Montt por allá por 2008.

Por lo mismo no sorprendió una tremenda anécdota que contó tras el partido de su equipo, Curicó Unido, ante el Popular de este domingo. Todo después de que le preguntaran si tenía una “espina clavada” por no ser él el que estuviera en el banco albo, toda vez que era la otra alternativa entrevistada, además de Héctor Tapia.

“No tengo ninguna espina clavada. Yo nací en este club, estuve acá cuando esto era tierra, me bañaba con agua helada. Estuve toda mi vida acá. Ustedes son muy jovencitos, pero yo recogía pasto acá cuando estábamos en quiebra”, relató.

Además, y para cerrar, expresó que “para mí es muy especial este club, aunque cuando juego contra ellos les quiero ganar. Soy profesional y hasta he gritado goles contra Colo Colo, pero tienen que entender que nací aquí, cuando aquí habían conejos. Tú ni nacías, pero con los utileros salíamos a cazar conejos para comer porque teníamos hambre”.

A la época que Vera hace referencia es de finales de los ‘70 y los ‘80, antes de la reinaguración del Monumental en 1989. Ahí hizo todo su proceso de cadetes y fue futbolista profesional, pero las comodidades están lejos de las que hoy gozan los futbolistas albos. Otros tiempos.