Hace rato que hay divorcio entre un grupo de hinchas y Blanco y Negro, sobre todo con la gestión de Hernán Levy y la presencia de Leonidas Vial, a quienes se les han hecho marchas en contra, cánticos, globos, lienzos y otra serie de medidas.

Pero el asunto habría pasado más allá: según consignan La Tercera y El Mercurio, cuatro barristas interceptaron el vehículo de Carlos Muñoz cuando salía de un entrenamiento por Avenida Marathon. El porteño fue perseguido y en un semáforo, le cruzaron una camioneta para obligarlo a bajarse y encararlo.

Y el ariete no sería el único: Pablo Contreras, Rodrigo Millar y, sobre todo, el capitán, Esteban Paredes, habrían sido increpados duramente. ¿Por qué? Por no cuadrarse con los disconformes en el conflicto con dirigentes y hasta el Gobierno por el famoso plan Estadio Seguro.

“Los jugadores están atemorizados”, dijo una fuente a El Mercurio mientras que al mismo matutino, desde el interior de la concesionaria dejaron en claro que “como club, estamos al tanto y preocupados del asunto. Por ahora, más que amenazas, los barristas han subido el tono de sus diálogos con algunos jugadores, a los que les han hecho ver, de mala forma, su disconformidad por no cuadrarse con ellos en su reclamo para que la Intendencia les permita ingresar los bombos al estadio. De todos modos, el plantel sabe que las autoridades pertinentes están al tanto por si esto pasa a mayores. Como ByN, acudimos donde corresponde y el tema se está monitoreando”.

A través de su Twitter, el núcleo de la barra publicó que “descartamos de plano que integrantes de la Coordinación amenacen jugadores, ya que la relación con el plantel siempre ha sido buena.