Colo Colo calienta motores pensando en su próximo partido contra Universidad Católica en el estadio San Carlos de Apoquindo. Allí, los albos esperan dar un golpe ante uno de sus rivales directos por el título y comenzar a sacar una buena diferencia en la tabla de posiciones.
Maximiliano Falcón fue el encargado de atender los micrófonos en la previa de este compromiso y avisó que no piensa en otra cosa que no sea el triunfo. “La idea es la misma, buscar los tres puntos en cualquier cancha. Este partido es tan importante como el partido pasado y el que viene. Tenemos que dar lo mejor de cada uno para llevarnos los tres puntos”, comenzó.
Al ser consultado si este partido tiene el rótulo de clásico, Peluca le tocó la oreja al rival con una ironía. “El clásico lo jugamos en la fecha 5 y lo ganamos 4-1. Pero para el partido contra Católica estamos bien y confiamos en que haremos un gran partido”, lanzó.
El charrúa no cree que el estilo de juego de los cruzados cambie mucho tras la salida de Cristián Paulucci de la banca, aunque insiste en que están más enfocados en lo que puedan hacer en el Cacique que lo que proponga le rival.
“No creo que cambie mucho, tienen su idea de juego clara. Es un plantel que está hace años juntos, tienen su idea marcada y con ella han jugado estos años. No creo que haya mucho cambio, quizás le pidan algo diferente a nivel individual, pero el esquema va a ser el mismo. Nos preocupamos por nosotros, trataremos de vulnerar sus armas más fuertes que sabemos cuáles son y usaremos nuestras virtudes”, puntualizó.
Uno de los partidos que más recuerda es el de la Supercopa cuando fue expulsado por agredir a Valber Huerta, ganándose una sanción de cuatro partidos. Falcón reconoció que ese suceso marcó un punto de inflexión para él y que sus compañeros lo han notado.
“Me acuerdo del partido en que me echaron, por ahí fue mal, pero quedó atrás. He cambiado mucho, se ha notado y no sólo por mi continuidad, sino porque me lo tomo todo más ordenado, mucho más paciente para marcar, tomo mejores decisiones. Puedo tener un mal día, pero hago hincapié en madurar en esos aspectos, es lo que me faltaba, evito hablar con los árbitros y es algo que creo es notorio. Cuando se arman conflictos trato de separar y me quedo tranquilo, porque mis compañeros y cuerpo técnico ven ese cambio que ayuda al equipo”, profundizó.
Finalmente, se refirió a cómo viven los minutos finales del partido cuando reciben un gol en contra. “Somos un equipo que no nos gusta que nos hagan goles, siempre buscamos la perfección porque somos competitivos y queremos ganarlo todo. Si te convierten un gol en lo personal me da un poco de fastidio, pero no por hacer las cosas mal, sino porque no me gusta recibir goles. Podríamos haber ganado varios partidos por más goles, generamos las ocasiones, pero a veces la pelota no entra. Contra Alianza sólo pudimos hacer dos, es parte del fútbol porque el rival también juega y vamos a ir a tratar de sacar los 3 puntos en San Carlos”, cerró.