Esteban Paredes dialogó largo y tendido con El Mercurio y aprovechó de tocar varios temas, como la salida de Ivo Basay de la dirección técnica.
“Con Ivo pasamos muchos temas delicados: cambios de entrenadores, todo el tema de la violencia. También la prensa desgastó su trabajo, pero reconocimos que no teníamos un estilo de juego y que no jugábamos a nada. Eso influyó bastante en su salida”, sentenció el referente.
Eso sí, dejó en claro que “en ningún momento escuché que hablaba con los dirigentes. Siempre nos dijo las cosas a la cara. Si hubo algún corte es normal. Pasa en el fútbol, aunque sea ídolo del club. Si andas bajo en rendimiento, el técnico te tiene que sacar”.
Ahora bien, pese a todo, el delantero recordó que “el mal rendimiento no es culpa sólo de los entrenadores. También es un tema de dirigentes y jugadores. No podemos tener cinco o seis entrenadores en dos años. Imposible. Se cortan los procesos, se corta todo lo que uno tiene en mente. No te encuentras con un equipo”.
Y no se quedó ahí, recordando que “a Hugo Tocalli lo echó la prensa, no Colo Colo. Él estaba aburrido de todas las críticas. Con él fuimos campeones en el Clausura 2009 y en 2010 íbamos punteros. Y la verdad es que no debió haberse ido. Se debió quedar hasta fin de año y ahí tomar una decisión, para bien o para mal”.
Redondeando el tema, Paredes expuso que “si se queda Lucho Pérez o viene otro técnico, lo importante es que deje marcado un estilo de juego y que pueda sacar a Colo Colo adelante. Porque estos dos últimos años han sido para el olvido, no hemos conseguido ningún título. Toda la hinchada colocolina está muy apagada y triste. Más que poder ser campeón, tiene que haber un entrenador que le dé un estilo de juego. Que digan “qué bien que está jugando Colo Colo”. Que los hinchas se vayan satisfechos del estadio”.
LA RELACIÓN CON LOS BARRISTAS TRAS LOS “APRIETES”
Consultado por el famoso tema de la hinchada y las amenazas, Paredes dijo que “esto viene desde hace mucho tiempo atrás. Ahora, que Carlos Muñoz haya denunciado lo que le pasó es de valentía de hombre. Pero lo que me aburrió y me tenía “quemado” era que todos dijeran por la TV y la radio que yo, siendo el capitán, no hablaba, que ocultaba las cosas. Eso jamás. Siempre cuando he salido a hablar y a dar la cara he dicho la verdad. Yo soy el capitán, pero acá sabíamos todos: dirigentes, cuerpo técnico… La primera labor que debe tener un club hacia un jugador es el apoyo de la dirigencia, y luego nosotros salir a respaldar junto al cuerpo técnico”.
Además, explicó la tardanza: “Lo manejamos así porque queríamos cuidar a Carlos. Él tampoco quería decir nada hasta que el viernes, cuando estábamos en la concentración, lo llamaron. Ahí dijimos que teníamos que hacer algo. Lo íbamos a hacer el lunes, pero finalmente lo hicimos el martes”. “Lo llamaron y lo amenazaron es verdad. No sé quién habrá sido, pero existió. Uno tiene que creerle a un compañero y tampoco voy a jugar con esas cosas. Ahora queda aprender de esto para que no vuelva a pasar”, dejó en claro.
Acerca de las actividades o contacto que tenían con la Garra Blanca, el ariete dijo que se limitaba a “ir a la cárcel, regalar camisetas, sacarse fotos con algunos niños, ir a las escuelas… Pero nada más. Nunca hubo una amistad. No le hemos pasado plata a nadie. Sí me recuerdo una vez, que fue para un beneficio, que necesitaban unos balones y ahí los donamos. Pero plata, nunca”
Pese a todo, el mundialista cree que se debería mantener ciertas cosas. “Con mis compañeros hablamos después del partido con Católica: adentro el clima estaba apagado, no se escuchaban los bombos. Son parte del folclor del fútbol. Es un tema en el que el Gobierno debe ser muy delicado y pensar qué es lo bueno y qué es lo malo, y tratar de dejar lo bueno”, se explayó.
LEVY, LAS RESPUESTAS Y EL POSIBLE ADIÓS
Tocando ya varios temas, el capitán dijo, por ejemplo, de Hernán Levy que “uno como jugador siempre respalda a los buenos dirigentes, a los que han hecho cosas por uno en el club, más allá de saber o no saber de fútbol. Esa gente es la que se necesita. Pero los hinchas querían que se fuera, y ahora que lo hizo, están más tranquilos”.
También se le consultó por uno que siempre le manda “saludos”, el portero de Universidad de Chile. “¿Johnny Herrera? Mira, yo ese tema lo corté hace dos semanas. Creo que ya es mucho. Ahora me preocupo solamente de mi equipo. Nada más. Uno con estas cosas incita a la violencia. Así que tenemos que ayudar todos a que la violencia no siga. Por eso he decidido no contestar más sus provocaciones. Se acabó”, sentenció.
Finalmente, Visogol reconoció que le seduce la idea de Argentina: “¿A quién no le gustaría jugar en River? Sí, es una posibilidad cierta, pero estoy esperando que llegue la oportunidad y ver la posibilidad de tener un buen futuro”, concluyó.