Terminado el partido, donde la U rescató un empate con un accidente en los últimos segundos cuando amenazaron con “pasar por arriba”, Esteban Paredes se acercó a decirle de todo al discreto Claudio Puga, siendo expulsado.
Más calmado, comentó que “reconocí que le dije que era un cagón de mierda, él puso que le saqué la madre pero no fue así. Le dije cagón de mierda que no sabía arbitrar estos partidos importantes. Uno puede decir muchas cosas por la calentura”.
Pero luego dejó en claro que “no me arrepiento para nada. Fue un pésimo arbitraje. En todos lados salió que arbitró súper mal, eso perjudicó a los dos equipos y por eso pasó después lo que todos sabemos”.
El Tribunal le dio dos fechas por lo que sólo podrá reaparecer ante Ñublense en la última jornada de la fase regular.