Se iba el partido cuando Sebastián Toro cayó al campo de juego casi desvanecido. Estaba con falta de oxígeno por la altura, salió reemplazado y en el camarín se complicó su situación con vómitos y taquicardia.
Ante esto, el cuerpo médico de Colo Colo decidió pedir oxígeno pero la sorpresa fue mayúscula al enterarse de que no había una ambulancia en el estadio y que, por ende, no existía algún tanque como para atender al futbolista.
Cuando ya lo tenían en un camión policial para trasladarlo, apareció el vehículo de emergencia para que fuera trasladado a un centro asistencial, donde fue estabilizado.
El doctor Roberto Yáñez explicó que “tuvo un problema de fatiga por altura, un poco de hipoxia. Esto lo llevó a estar mareado con baja oxigenación”.
Para tranquilidad de todos, el galeno agregó que “debido a que no reaccionaba inmediatamente decididos llevarlo a la clínica para someterlo a una terapia con oxígeno lo cual ya lo tiene recuperado. Ya se encuentra en el hotel”.
Ante la impresentable falta de primeros auxilios en un estadio donde se desarrolla profesionalmente un deporte, Colo Colo informó al veedor de la FIFA para que tome cartas en el asunto y no se descarta otra medida.